lunes, 20 de febrero de 2012

ESCENA ELIMINADA PRÍNCIPE MECANICO POR SAN VALENTIN

fuente: cassandraclare
traduccion: ciudadesmecanicas


La Totalidad de Ello

"¿Y eso es todo?", dijo Jem. "¿Eso es la totalidad de ello? ¿La verdad?"

Estaba sentado en su escritorio, una de sus piernas dobladas en la silla debajo de él, se veía muy joven. Su violín estaba apoyado contra el lado de la silla. Había estado tocándolo cuando Will había entrado y, sin más preámbulos, anunció que había llegado el final de la pretención: Will tenía una confesión que hacer, y tenía intención de hacerla ahora.

Ese había sido el final de la música: Jem posó su violín hacia abajo con una mirada sorprendida y echándose hacia atrás, se puso tenso, como si estuviera preparándose a sí mismo para lo que sea que Will pudiera lanzarle.

"Eso es todo", dijo Will, que había estado yendo y viniendo a medida que hablaba, y había hecho sólo ahora una pausa para mirar a Jem. "Y no te culpo si me odias. Podría entenderlo."

Hubo una larga pausa. La mirada de Jem era constante en su rostro, constante y plateada a la luz vacilante de las llamas. "Nunca podría odiarte, William."

Las tripas de Will se contrajeron cuando vio otra cara, un par de constantes ojos de color gris azulado mirando hacia él. "Nunca podría odiarte Will, no importa lo mucho que lo intente", ella había dicho.

En ese momento fue dolorosamente consciente de que lo que él le había dicho a Jem no era "la totalidad de ello". Había más verdad. Estaba su amor por Tessa. Pero esto era su carga que soportar, no de Jem. Era algo que debía ser ocultado para que Jem pueda ser feliz. "Me lo merezco", dijo Will, con la voz quebrada. "Yo creía que estaba maldito, que todos los que se preocupaban por mí iban a morir, y sin embargo me dejé cuidar por tí, y te permití ser como un hermano para mí, poniendo en riesgo el peligro de que -"

"No había ningún peligro."

"Pero yo creía que lo había. ¿Si sostuviera una pistola en tu cabeza, James, y apretara el gatillo, realmente importaría si yo no supiera que no había balas en las cámaras?"

Los ojos de Jem se abrieron como platos, y luego se echó a reír, una risa suave. "¿Crees que yo no sabía que tú tenías un secreto?", dijo. "¿Crees que en mi amistad contigo anduve con mis ojos cerrados? No sabía la naturaleza de la carga que llevabas. Pero sabía que habia una carga." Su voz se suavizó. "Sabía que pensabas envenenarte a ti mismo y a todos los que te rodean", continuó él. "Sabía que pensabas que había una fuerza corruptora sobre tí que me rompería. Quise mostrarte que no me iba a romper. Que el amor no era tan frágil. ¿Lo conseguí?"

Will se encogió de hombros, impotente. Casi había deseado que Jem estaviera enojado con él. Sería más fácil enfrentarse. Pero, ¿cómo podía decirle a Jem que el perdón lo atormentaría, cada vez que miraba a Tessa y la quería, cada vez que él recordaba lo mucho que quería lo que no podía, que no merecía, tener. "Tú me salvaste la vida, James."


Una sonrisa se dibujó en el rostro de Jem, tan brillante como la salida del sol de última hora sobre el Támesis. "Eso es todo lo que siempre quise."

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