—No nos quieres ayudar —dijo Will a Magnus—. Tú no quieres posicionarse como el enemigo de Mortmain.
—Bueno, ¿puedes culparlo? —Woolsey subió en un remolino de seda amarilla—. ¿Qué puedes ofrecer que valga la pena correr el riesgo por él?
—Le daré cualquier cosa —dijo en voz baja a Tessa queWill lo sintió en sus huesos—. Lo que sea en absoluto, si usted puede ayudar a Jem.
Magnus agarró un puñado de su pelo negro.
—Dios, ustedes dos. Puedo hacer preguntas. Localiza a algunas de las rutas marítimas más inusuales. La vieja Molly.
—He estado con ella —dijo Will—. Algo le asustaba tanto que ni siquiera se arrastran fuera de su tumba.
Woolsey resopló.
—Y eso, ¿no te dice nada, pequeño Cazador de Sombras? ¿Vale la pena todo esto, sólo para extender la vida de su amigo unos meses, un año? Él va a morir de todos modos. Y cuanto antesmuera, más pronto tú podrás tener a su prometida, de la que estás enamorado —él cortó su mirada divertida hacia Tessa—. Realmente debes estar contando los días para que se extinga con muchas ganas.
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