— No os estáis, ah... —Clary buscó la palabra correcta—.
¿Reproduciendo?
Jace profirió una carcajada justo cuando el carruaje efectuó un repentino y pronunciado giro a la izquierda. El muchacho se sujetó bien, pero Clary se vio arrojada contra él. Éste la agarró, y la apartó con suavidad pero con firmeza. La joven sintió la presión fría del anillo de plata como una esquirla de hielo contra su piel sudorosa.
—Por supuesto —repuso él burlón—. Nos encanta reproducirnos. Es una de nuestras diversiones favoritas.
Clary se apartó de él, con el rostro ardiendo en la oscuridad, y giró la cabeza para mirar por la ventanilla.
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